martes, 23 de junio de 2015

Bicicleta



Vehículo dotado de dos ruedas iguales, la trasera impulsada por una transmisión de cadena accionada por pedales, cuyo uso se ha hecho casi universal, ya sea con fines deportivos ya como medio de locomoción. Aprender a servirse de ella requiere cierta habilidad: hay que guardar el equilibrio, lo que no se logra hasta que, a base de práctica, se aprende a contrarrestar la fuerza de la gravedad con la fuerza centrífuga y la inercia desarrolladas por la bicicleta debido al impulso que se le da con los pedales.

Origen
Tuvo origen en un invento dado a conocer en Inglaterra, en 1818, por el barón Drais de Sauerbronn, de nacionalidad alemana. El vehículo que éste introdujo recibió el nombre de draisiana. Se trataba del perfeccionamiento del invento de un fotógrafo francés, José Nicéforo Niepce, y es sin duda la verdadera precursora de la bicicleta moderna. Las dos ruedas de la draisiana se hallaban conectadas por una pieza de madera. El ciclista descansaba parte de su peso en un soporte de madera que había delante, y avanzaba impulsándose en el suelo alternadamente con ambos pies. Se guiaba el aparato con el manubrio de la rueda delantera, que estaba provista de un eje en pivote. Era un artículo costoso y, aunque se puso de moda entre las personas elegantes y amigas de novedades, no estaba al alcance de las de recursos limitados.

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